Antonio Rivera Jr

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It is with broken hearts and infinite sadness, that we, the family of Antonio Rivera Jr. “Tony” share the news that our beloved Tony has started his journey to the light of God.

We said goodbye to him on June 9, 2021, with deep sorrow and an incomprehension of how to continue without him.

Tony, 59 years of age was born in Puerto Rico on February 14, 1962.

Tony, the dream knight of his wife Toyita Rivera and dedicated father to Victoria and Veronica Rivera, fought the toughest battles and faced pain and sickness like a brave warrior for years. He was a hero, giving us admirable lessons in courage and strength.

Tony’s passing is deeply mourned by his mother Marianita, sisters Rosemarie and Maryann and brother Carlos; his mother-in-law Aura and brothers and sisters in law Alvaro, Ricardo, Carlos Eduardo, Claudia, Nubia, Constanza and Numi and a plethora of cousins, nephews and nieces. Tony has joined his father Antonio Rivera Sr. and father-in-law Alvaro Gonzalez who passed before him.

Toyita wrote: “Tony was a true-life partner, my sweet man, a wonderful soul, cheerful and jovial, my buddy. Tony had the sweetest, kindest and largest heart in the world. He was compassionate, gentle, patient and generous.

Tony was also brilliant, refined, educated and a decent man. Delightful and witty, with the perfect words at the perfect moment. A fluent talker, he knew a little about everything, but did not boast of his knowledge.

His absolute greatness was made from his spirit that always knew humility. Tony enjoyed the good life, but he knew how to live and enjoy simplicity. Tony was, and will always be the great love of my life, my counselor, confidant, my best friend.

How can we carry on without Tony, without the loving touch of his beautiful hands, his bear hugs, birthday surprises, beautiful cards written in bad but endearing Spanish… my heart fills with anguish and shrinks with the idea of his absence, but it would be unfair not to understand that God wanted Tony to rest, and that rest was well deserved.

Thank God for the precious gift of your existence, for allowing our paths to cross and for choosing me to take care of you. For the world of dreams that we built and fulfilled together. I am grateful for a life of learning and of immense joys. Grateful for walking this journey hand in hand to discover the world together, because only together we were able to survive so much adversity. Above all, grateful because you gave me the best of my life, our two adored daughters, who also cry inconsolably today. Tony, you were a blessing in our lives, you made us better human beings. Thank you for your patience with us and for the world of memories that you leave us.

And although this emptiness today is unfathomable and the pain is deep and overwhelms the soul, we also thank God for taking you in His loving arms and grant you His peace.

Tony, you suffered terribly, and for years, day after day, you took that pain with heroic courage and stoicism.

Thanks also to our daughters Victoria and Veronica, because from an incredibly young age, and with great love, they also contribute with their own share of sacrifice.

Heaven today opened its gates, and I know in my heart that a legion of angels has come out to meet you. No more sickness, no more torture, no more grief. Only the light of God, the certainty of His care and the reunion with our fathers who loved you so much on this earth and went ahead of us.

Fly high and fly free my sweet Tony. One day will meet you in heaven, and then we all will share eternity.”

Con el corazón roto e infinita tristeza, nosotros, la familia de Antonio Rivera Jr. “Tony” compartimos la noticia de que nuestro amado Tony ha comenzado su camino hacia la luz de Dios. Nos despedimos de él el 9 de junio de 2021, con profundo dolor y una incomprensión de cómo lograr seguir sin él.

Tony, de 59 años, nació en Puerto Rico el 14 de febrero de 1962.

Tony, el caballero soñado de su esposa Toyita Rivera y padre dedicado de Victoria y Verónica Rivera, libró muy duras batallas y enfrentó el dolor y la enfermedad como un valiente guerrero durante años. Fue un héroe que nos dio lecciones admirables de coraje y fortaleza.

El fallecimiento de Tony es profundamente lamentado por su madre Marianita, sus hermanas Rosemarie y Maryann y su hermano Carlos; su suegra Aura y sus cuñados Álvaro, Ricardo, Carlos Eduardo, Claudia, Nubia, Constanza y Numi y una plétora de primos, sobrinos y sobrinas. Tony se ha unido a su padre Antonio Rivera Sr. y su suegro Álvaro González, quienes fallecieron antes que él.

Toyita escribió: “Mi compañero de la vida, mi hombre; mi gran hombre, ser maravilloso, de espíritu alegre y jovial, gran amigo, mi Tony tenía el corazón más dulce y más grande del mundo, compasivo, gentil, paciente, amable, generoso. Tony también fue un ser brillante, culto, educado y decente. Simpático y genial, con el apunte perfecto en el momento perfecto, gran conversador, sabía de todo un poquito y no se ufanaba de su conocimiento. De grandeza absoluta, no por su tamaño, sino por la grandeza de su espíritu que siempre conoció la humildad y aunque disfrutaba de la buena vida, supo vivir y regocijarse con sencillez cuando no hubo otra opción.

Mi Tony fue, y por siempre será el gran amor de mi vida. Mi consejero, mi confidente, mi mejor amigo, aunque estuviera enojado, aunque quisiera ahorcarlo... Cómo podremos seguir sin ti, sin esas manos que tanto me fascinaban, sin tus abrazos de oso, sin tus sorpresas de cumpleaños, sin tus tarjetas hermosas escritas en mal español, sin tus malos genios... se arruga el alma con la idea de tu ausencia y la angustia invade, pero sería injusto no entender que Dios quiso que descansarás, y ese descanso lo tenías muy merecido.

Le doy gracias a Dios por el precioso regalo de tu existencia, por ponerte en mi camino y por permitir que fuera yo quien te cuidara. Te agradezco con el alma por el mundo de sueños que construimos y los muchos que pudimos realizar, por una vida de enseñanza, de alegrías inmensas, gracias por recorrer un buen trecho del camino de mi mano, porque conocimos el mundo juntos, porque solo juntos pudimos sobrevivir tanta adversidad, pero sobre todo porque me diste lo más hermoso de la vida, nuestras hijas, que también lloran hoy desconsoladas.

Gracias porque fuiste bendición en nuestras vidas y nos hiciste mejores seres humanos; ¡por la paciencia con tus hijas y conmigo! Por el mundo de recuerdos que nos dejas, pero que nunca llenará tu vacío. Y aunque ese vacío hoy es insondable y el dolor es profundo y agobia el alma, le doy gracias a Dios también por tu descanso. Sufriste terriblemente, y por años, día tras día, aceptaste ese dolor con valor y estoicismo heroicos.

Gracias también a nuestras hijas Victoria y Verónica, porque casi sin darse cuenta, desde muy niñas, y con amor, pusieron una cuota enorme de sacrificio.

El cielo hoy abrió sus puertas y se en mi corazón que una corte ángeles ha salido a tu encuentro. No más enfermedad, no más tortura, no más sufrimiento. Solo la luz de Dios, la certeza de la paz y del reencuentro con nuestros papitos que tanto lo amaron en vida y se nos adelantaron.

Vuela alto y vuela libre mi Honeycito adorado, espéranos en el cielo, porque allí te alcanzaremos y ya después compartiremos la eternidad.